La propuesta “green” de Outofstock para un Burger King renovado.
¿Lámparas en forma de macetas, estanterías para fotos y un lounge en un Burger King? ¿Es posible esta combinación? Sí, y de hecho existe. En Singapur para ser más concretos.
Ahora bien por ahora es sólo un restaurante piloto de la cadena de hamburguesas, inmersa en un proceso de cambio de imagen desde hace un tiempo En el caso de Singapur, la multinacional buscaba una nueva identidad, alejada de las mesas de plástico y los icónicos rojo, azul y amarillo que caracterizan a la marca.
Su objetivo era conseguir un espacio de diseño singular pero al mismo tiempo que invitase a entrar a todos los públicos.
Para ello dejó el proyecto en manos de Outofstock, que se sumergió en el estudio de la compañía para buscar un punto de partida de cara a diseñar una nueva imagen. En otras palabras: conseguir que el interior de un Burger King se asemeje a una fiesta en el jardín.
De aquí que el restaurante se llame Burger King Garden Grill.
Sencillas mesas de metal y sillas de madera recuerdan al mobiliario de camping, mientras que las paredes de ladrillo a la vista evocan las barbacoas de obra. Suelos de hormigón, estanterías de madera y modernas macetas de plástico y aluminio en las repisas completan un look, que pretende importar los elementos, texturas y colores de un jardín.
El elemento más destacable: las lámparas colgantes en forma de maceta, hechas de arcilla, hormigón y aluminio. El techo del local se ha dejado parcialmente descubierto, mostrando los cables de las lámparas, los aparatos de aire y los conductos de ventilación.
Aparte del comedor, el restaurante también cuenta con un espacio más íntimo formado por grandes asientos y otomanas redondas, cuyos colores hacen juego con los del resto del local, logrando un ambiente elegante, impropio de los establecimientos de fast food.
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